No quiero saberlo, no quiero que mientas,
tan sólo el silencio que cura la herida.
No quiero la noche si con ella te ocultas,
si con ella te olvidas lo que fue sólo un día.
Ya lo he decidido, y qué dura es la espera,
pero ahora comprendo, tu amor es por pena.
Y yo quiero que sepas que tú nunca fuiste
mi única pena, mi única pena.
Tan sólo el silencio que cura la herida.
Y yo quiero que sepas que tú nunca fuiste
mi única pena, mi única pena.
Tan sólo el silencio que cura la herida,
tan sólo la pena que cura la herida.
Y yo quiero que sepas que tú nunca fuiste
mi única pena, mi única pena.
martes, 3 de junio de 2008
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